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miércoles, 23 de septiembre de 2009

Dia de la juventud


Celebrar el Día de la Juventud tal vez es, más bien, buena oportunidad de reflexión para la generación de los mayores. Para que veamos en la fuerza y en la fecundidad de la juventud la puerta del futuro. Para que veamos en la fuerza y la generosidad de la juventud la salud de la patria. Para que veamos y comprendamos nuestra responsabilidad frente a la juventud y respondamos positivamente al reto que la juventud importa.Ser joven es una gracia, una fortuna, ha dicho Paulo VI, y Juan Pablo II en su encuentro con un millón y medio de jóvenes peruanos, ha dicho que característica fundamental de la juventud es su generosidad, su apertura a lo arduo y lo sublime, su compromiso concreto y decidido en cosas grandes humana y naturalmente, su permanente actitud de búsqueda, su marcha hacia la cumbre de los ideales nobles, su anhelo por una sociedad más justa y solidaria.Vivir y actuar sin estas convicciones es insensato, es necio y demasiado caro.
Pero si estamos convencidos que la fuerza y la generosidad de la juventud es para la hombría, para la audacia, para la vida, para el amor que es obras, para la empresa, para la batalla de la vida, no para la tiranía del vicio, la liviandad y el pecado personal y social que degradan y esclavizan. Si estamos convencidos que la fuerza y la generosidad de la juventud es para superar las tentaciones, para caminar en la luz, no en las tinieblas, para reconocer el error cometido, pedir perdón y corregirlo. Si estamos convencidos, que de tal manera la tarea realista de la juventud peruana es construir un Perú cada vez más justo, más humano, más reconciliado y más fraterno. Un Perú donde la persona humana sea cada vez más el principio y el fin de todo, donde la familia sea cada vez más la piedra angular de la sociedad y la raíz de su grandeza, donde el trabajo sea realización de la persona humana, donde la justicia, la libertad y la igualdad en dignidad sean valores primarios de la vida individual y social, pues he aquí un gran reto para los mayores: Ser y poner modelos de vida y de acción.
"No vive en libertad porque desconoce la verdad" (Esclavos de la droga, alcohol, etc.)
Entonces no hay alternativa en contra: Los que legislan, legislen para que se cumpla el plan de la Patria que es la Constitución que nos rige y para que las leyes no sean más una carga agobiadora. Los que gobiernan, gobiernen para todos por igual pensando en todos. Los que juzgan no acusen y condenen a otros y se defiendan y absuelvan de lo mismo que acusan y condenan y, sobre todo, que quienes educan, eduquen para formar integralmente la inteligencia y el corazón de la juventud; eduquen para la plenitud, no para las ideologías que siempre son parciales, eduquen para que la juventud tenga un plan personal individual de la vida pero también para que la juventud se sienta parte del plan de Dios y parte del hermoso plan de la Patria que es la Constitución Política que nos rige. Que eduquen para que la juventud tenga camino y ese camino tenga una actuación orientada por el amor y la reconciliación, no por el odio y la violencia. Para que su vida se defina por sus obras y así el Perú sea cada vez más hermosa creación de todos en unidad y fraternidad.Pero no olvidemos todos los mayores, que según el estado y las funciones que tenemos en la vida, cada día somos un modelo, somos de los que formarnos o deformamos a la juventud, y que esto es demasiado grave.A ti, joven que nos concedes la gracia de leer, un saludo y un recuerdo: la ley de Dios es el Amor. Esta es su voluntad. Sé libre para cumplirla. Enteramente libre en esta colosal audacia que es la de respetar y cumplir la voluntad de Dios con obras. No hay ley superior ni de mayor jerarquía que esta ley de Dios. Es la fuente de todo bien individual y social.